Según el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, está prohibida «la venta y la reventa callejera o ambulante de localidades».
Puedes “disfrazarlo”, vendiendo un clásico bolígrafo Bic cristal por unos 900 euros “…y de regalo una entrada para la Final de la Champions League”.
Seamos serios: lo que estás revendiendo es una entrada para la Final de la Champions League por 900 euros y, de regalo, un clásico bolígrafo Bic cristal. Llamemos a las cosas por su nombre.
Algo parecido, aunque todavía peor, ocurre con el “Coste O” para la adecuación de las empresas a la normativa LOPD. Porque, callejeando, un “asesor en protección de datos” entra en una empresa y le vende “un/unos cursos en CD’s (el boli BIC) por -pongamos- unos 750 euros y, de regalo, le hace la adecuación a la LOPD” (la entrada de la Final de la Champions League).
Seamos serios otra vez: lo que está revendiendo (pagando esa empresa los 750 euros con sus créditos de formación provenientes de la Fundación Tripartita) es la implantación a la normativa LOPD. El “asesor-revendedor” ingresa íntegramente los 750 euros de los honorarios de su servicio (que, repito, la empresa paga utilizando indebidamente los créditos de formación) sin saber la empresa que ello puede acarrearle la devolución de ese dinero y alguna posible penalización, como ya advirtió en un comunicado la propia Fundación Tripartita:
- “atenerse a las actuaciones pertinentes del Servicio Público de Empleo Estatal y la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, sin perjuicio de las acciones posibles con la Agencia Tributaria en materia de exoneración del pago del IVA” (tal como corresponde a temas de formación y no al caso del servicio de asesoramiento en protección de datos), al tiempo que también advertía a “empresas y consultores, a todos los gestores de formación para el empleo del sistema de bonificaciones de ámbito estatal, sobre la existencia de entidades que de manera gratuita ofrecen servicios de implantación, auditoria y asesoría jurídica en materia de protección de datos de carácter personal, que en la práctica financian estos servicios con cargo al crédito asignado para la formación, un hecho que puede llegar a ser constitutivo de fraude”.
Por lo tanto, las empresas que “se suben al carro del Coste O” (quizá desde el desconocimiento pero, seguro, por el mal “asesoramiento de estos nuevos revendedores callejeros”) para adecuarse a la LOPD a cuenta de sus créditos de formación, están expuestas a posibles inspecciones y penalizaciones por parte de la Fundación Tripartita, la Agencia Tributaria, Seguridad Social, etc.